martes, 9 de octubre de 2012

The Legend of Zelda: The Wind Waker

Definitivamente, el mejor Zelda que he jugado, es una maravilla que nadie debería dejar pasar.
El juego tiene un ambiente muy colorido y bonito, da mucho gusto jugarlo, cosa que al combinarla con la banda sonora el juego se convierte en una obra de arte. Ha envejecido genial, quizá el juego a mi parecer que mejor lo ha hecho, no me importaría nada estar una o dos generaciones más avanzadas y seguir disfrutándolo.
La historia es bonita, pero no es algo en lo que se haga mucho hincapié, como en la mayoría de Zeldas, siempre suele ser muy parecido, no obstante, tiene un nosequé con la que te encariñas con cada uno de los habitantes de cada isla.
Y esa es otra, la exploración. Es un mundo abierto a un sinfín de secretos, entre los tesoros, los mapas, los corazones, las mejoras, y un largo etcétera, hace que te den ganas de ver qué hay detrás de cada piedrecita, detrás de cada diálogo con doble sentido; es un no parar de investigar, meterte en todas las bifurcaciones posibles en cada mazmorra o cueva (de estas últimas hay tantas que no podrían ni contarse) para no dejarte nada.
Yo de hecho, el juego lo he jugado con una libretita al lado en la que iba apuntando todo lo que decían los personajes y los peces que pintan las porciones de mapas para tener una referencia de cosas secundarias que hacer y no dejarme muchas cosas.
La jugabilidad es increíble, cada lucha contra un monstruo o jefe, el avanzar por las mazmorras, la ambientación, las luces y sus sombras... Es sublime, aunque el tema de las mazmorras y los jefes, quizá por ser algo más maduro de mollera me ha parecido más fácil que cuando lo jugué hace ya unos cuantos años.
Es el mejor Zelda que he jugado, y he leído muchas críticas al tema de la navegación, por encontrarte en un mar tan abierto que se hacía aburrido los viajes. Yo pienso todo lo contrario. Cada viaje era un descubrimiento, ya fuera al principio cierto dios ranero en un tornado, unos pulpos muy bestias, ése tiburón que no para de seguirte, una luz que esconde un tesoro, un barco fantasmal... Y es que es un puntazo el tema de la climatología y el paso de las horas para el tema de la exploración.
Mi nota es un 9.9, por que hay otro aspecto (a pesar de la dificultad) que no me ha gustado, y es el control de la cámara a la hora de usar objetos como (o mejor dicho, en especial) el Gancho.

Para acabar pondré la canción que más me ha gustado, pero decir que tiene una de las mejores bandas sonoras que nunca he oído.




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